Despertando del letargo

Poquito a poco lo vamos consiguiendo, Úbeda resurge de un pasado de poca afluencia turística y pasa a ser una ciudad valorada y apreciada por todo el mundo. Sin embargo, aún quedan algunas asperezas que limar para que la labor llevada a cabo por las administraciones y empresas pertinentes sea del todo acertada. 

Úbeda y Baeza apuestan por el turismo de congresos y se ofrecen como sedes de esta tipología turística. ¿Por qué? Principalmente por los beneficios que aporta este tipo de turismo con un perfil de visitante de alto poder adquisitivo, dispuesto a alojarse en los hoteles más caros de la ciudad. 

Los destinos principales de turismo de congresos a nivel nacional son Madrid y Barcelona, aunque cada vez más se están eligiendo destinos locales (53%) para establecer la sede de un congreso o una reunión de negocios. Contamos con muchas ventajas que pueden hacer de Úbeda y Baeza ciudades de celebración de congresos como son la gastronomía y la oferta cultural complementaria. No obstante, los accesos a estas ciudades, junto a la escasa oferta de ocio ofrecidas por las mismas deja mucho que desear.

Cualquier destino de turismo de negocios que se precie habría de contar con aeropuerto propio o estación de tren, para de esta manera, facilitar el viaje a asistentes e invitados. 


Recomendaciones (abrir con Google Chrome o Mozilla Firefox):

"Todos somos abogados, entrenadores de fútbol y profesionales del turismo", ¿verdad?. Al menos eso cree mucha gente. (Iñaki Gaztelumendi)


A pesar de las dificultades con las que cuentan Úbeda y Baeza para diferenciarse como destinos de turismo de congresos y reuniones, se puede comprobar que todo es posible con la implicación de unos y otros, de todos, y la ilusión y ganas de muchos, como es el buen ejemplo del impecable y exitoso Congreso Internacional de Música de Cine que se celebra en la ciudad de Úbeda para su fortuna (de la ciudad), hasta ahora, cada año.